lunes, 8 de abril de 2019



RECUPERANDO EL ORDEN DE LA VIDA.


El hombre durante su vida pasa por estados alterados de la  conciencia... perdiendo toda referencia con el exterior, y el interior busca donde asirse para seguir creciendo y evolucionando..., En estas etapas de la vida es incapaz de encontrar soluciones a sus objetivos vitales y existenciales, no encuentra motivación, ni respuestas a sus propias preguntas, ni desorden, está confuso y triste.


La clave se encuentra en trabajar el interior y descubrir que encontramos  más allá de todo rol, emoción, situación y malestar, que hay detrás de toda expectativa y temor..., es imprescindible descifrar, conocer y aceptar la causa y el origen de cualquier frustración, tristeza, sufrimiento, juicio, desorden y miedo.
La enfermedad es el resultado de desórdenes físicos, emocionales y energéticos. Cuando surge la enfermedad, el hombre manifiesta sus desórdenes internos, si tratamos esos desórdenes solo a través de la reconexión física, la enfermedad volverá a emerger tarde o temprano. Para sanar y cerrar toda puerta a la enfermedad es necesario ir más allá del orden físico y atajar el problema desde la raíz energética

Solo la verdad, solo el conocimiento y el entendimiento de nuestros propios límites y  divisiones pueden aportarnos luz, salud, sabiduría y transmutación a cualquier carencia física, emocional y energética. El hombre cambia día a día y no puede  dejar de crecer, ni  evolucionar; porque si lo hace pierde el valor y el significado de su vida.


Daniel Goleman, psicólogo estadounidense habla de la inteligencia emocional…, dice: " es la capacidad de autoconocimiento, automotivación y regulación de emociones ".


Es imprescindible conocerse a sí mismo, conocer nuestras cualidades y habilidades, así como aquellas zonas donde estamos restringidos y limitados por miedos, inseguridades, dudas, historia y herencia... Conocer nuestra forma de actuar y reaccionar nos permite controlar emociones y límites desde la calma y la confianza. Es necesario confiar en nuestra capacidad de regeneración, mutación y transformación, para cambiar nuestra vida, historia y realidad física.

Somos seres poderosos y  generadores de realidad..., pero, solo cuando la confianza , el amor y el equilibrio surgen de forma espontánea..., entonces, ya no somos nave a la deriva, no somos arrastrado por los vaivenes de la vida. 

No puede haber división entre lo que quiero, lo que debo hacer y lo que hago... La coherencia, la integridad, el respeto, la confianza y el amor a nosotros mismos marca la diferencia y unos objetivos realistas y saludables.
Recuperar el orden significa la destrucción de todo lo viejo y envejecido, pero, no podemos temer al caos, más bien agradecer la liberación y la nueva creación.


El Orden requiere trabajo, constancia, paciencia, confianza, certeza; para que suceda el orden primero habrá caos, este es el orden natural de la vida y del universo. Después del big bang surgieron los universos y la vida.


El orden necesita decisión, fuerza, poder, voluntad y dedicación..., pero por sobre todo, requiere encontrarte a ti mismo sin restricción, ni límite. El orden necesita fuerza y voluntad  para crearse, seguridad y confianza para producirse y amor para manifestarse

jueves, 10 de enero de 2019

ESFUÉRZATE POR SUPERAR TUS LÍMITES!!!.




Gandhi dijo: “ la verdadera educación consiste en obtener
lo mejor de uno
mismo “.

Debemos esforzarnos
por superar nuestros límites, nuestros miedos, dudas,
errores y sobre todo la falta
de amor por nosotros mismos.

El hombre es un animal racional de costumbres y hábitos,
es una especie en evolución que necesita confiar más en sus
habilidades y herramientas, para ello debe hacer un
trabajo profundo de investigación interna, es necesario
encontrar la paz en su interior para conocer la verdadera
felicidad…
Aprende a escuchar tu corazón, en lugar de prestar tanta
atención a tu mente, ella siempre intenta frenar tu avance
e impedir tu felicidad...

Cuando aprendemos a utilizar el filtro del corazón, libre
de prejuicios, conceptos y valoraciones discriminatorias,
podemos entonces, superar nuestros límites y complejos
de inferioridad.

Cada límite representa un reto, una herida que sanar,
un espacio que superar, una herida sin cerrar, a veces,
pueden estar tan arraigadas que no nos damos cuenta
que siguen ahí, no podemos bajar nunca la guardia y
trabajar cada día nuestro mundo interior, pidiendo
por nuestra salud física, mental y emocional.

La tierra es un espacio de sanación continuo, siempre
hay algo que traer a la luz y sanar.

La vida no es producto del azar, sino de tu habilidad
de renacer cada día y de tu capacidad de aprender
ante la adversidad y las circunstancias que enfrentas...
Descubre tus miedos, aquellos que te detienen y te
hacen un ser débil e indefenso, hasta que no
aceptamos la oscuridad como parte de nosotros , hasta
que no atravesamos, reconstruimos y cerramos cada
cicatriz, difícilmente encontraremos la paz.
Debemos observar, descifrar y diagnosticar nuestras heridas, debemos librarnos de cualquier encierro consciente o inconsciente, no podemos pasar la vida rodeados de murallas para no ser dañados, porque mientras lo hagamos no encontraremos la verdadera paz; cada cicatriz necesita perdón, compasión y mucho, mucho amor.

Reconocernos sanadores de nuestra vida,  creadores
de nuestra realidad y autores de nuestro destino son
las herramientas que debemos utilizar para alcanzar
la paz de nuestro cuerpo y nuestra alma…
Ningún sanador exterior puede liberarte de tus miedos,
ni de tus murallas, tú eres el único sanador que puede
cambiar cada herida en oro…
Encuentra las herramientas que necesitas y ponte
manos a la obra, tuyo es el poder y la gloria…


No pierdas el tiempo esperando un salvador externo
a ti; cada dia, cada minuto es una oportunidad para
amarte tal como eres...

martes, 8 de enero de 2019

NUESTRA RECOMPENSA ES EL ESFUERZO.

Ghandhi dijo: “ Nuestra recompensa es el esfuerzo,
no el resultado “.


El hombre camina por la vida esperando resultados,
beneficios y recompensas.
Pero la verdad es, que el camino,
la experiencia y la misma vida es un lugar donde crecer a través de muchas dificultades
y retos que se nos presentan. No hay camino
sin piedras, no hay reto sin esfuerzo y no hay
vida sin experiencias. Atravesamos
circunstancias de todo tipo: dolorosas, tragicas,
alegres y dichosas, pero no podemos pasar por
 la vida esperando siempre resultados,
no podemos dejarnos la vida intentando
conocer y descifrar el resultado, ni siquiera
que sean positivos; porque de esa manera el
camino es un espacio agotador, un lugar de
desgaste y sufrimiento. Cada acontecimiento
es una experiencia educativa sin connotaciones
de ningún tipo, son lecciones que necesitamos
aprender; la vida es ajena al color que le demos,
positivo y negativo, doloroso y feliz, mientras
sigamos haciendo esto, seguiremos siendo un
barco a la deriva, sin rumbo, sin timón y sin
conciencia real de la vida.



El verdadero camino comienza cuando aceptas
que no hay más recompensa que la propia
experiencia y que las experiencias no son nada
de lo que tu eres..., son hechos y circunstancias
que te ayudan a crecer y evolucionar a otro
lugar y espacio más allá de lo conocido y aprendido.
La vida es un lugar donde crear amor y donde
perdonar..., sin estas herramientas nada
absolutamente nada en esta dimensión tiene
soporte y base; sin estos atributos es imposible
aceptar la vida tal cuál es; no hay más sentido
en la vida que la propia experiencia..


Cuando el hombre es capaz de aceptar que solo a
través del perdón, del amor y del agradecimiento
podemos reconocer el Poder y el Valor de la vida,
entonces comienza el verdadero sentido
de su existencia..., cambiando el contexto de su vida.
A partir de ese momento, es capaz de crear con
magia, porque Ella mueve su mundo, sus asuntos
y su vida, a partir de ese momento no esperas
resultados, no teme consecuencias, no necesita
elogios, ni gratificaciones, sabe que todo eso aparece
durante su camino, sin esfuerzos y con naturalidad…

El hombre sabio sabe que nada de lo acontece es
perdurable, definitivo, ni real y que el camino se
convierte en una fuente de oportunidades...,
donde no hacen falta miedos, dudas,
ni inseguridades, porque todo absolutamente de
cuanto acontece es una oportunidad para crecer,
perdonar, amar y dar gracias...