PÁGINAS AMIGAS

martes, 8 de enero de 2019

NUESTRA RECOMPENSA ES EL ESFUERZO.

Ghandhi dijo: “ Nuestra recompensa es el esfuerzo,
no el resultado “.


El hombre camina por la vida esperando resultados,
beneficios y recompensas.
Pero la verdad es, que el camino,
la experiencia y la misma vida es un lugar donde crecer a través de muchas dificultades
y retos que se nos presentan. No hay camino
sin piedras, no hay reto sin esfuerzo y no hay
vida sin experiencias. Atravesamos
circunstancias de todo tipo: dolorosas, tragicas,
alegres y dichosas, pero no podemos pasar por
 la vida esperando siempre resultados,
no podemos dejarnos la vida intentando
conocer y descifrar el resultado, ni siquiera
que sean positivos; porque de esa manera el
camino es un espacio agotador, un lugar de
desgaste y sufrimiento. Cada acontecimiento
es una experiencia educativa sin connotaciones
de ningún tipo, son lecciones que necesitamos
aprender; la vida es ajena al color que le demos,
positivo y negativo, doloroso y feliz, mientras
sigamos haciendo esto, seguiremos siendo un
barco a la deriva, sin rumbo, sin timón y sin
conciencia real de la vida.



El verdadero camino comienza cuando aceptas
que no hay más recompensa que la propia
experiencia y que las experiencias no son nada
de lo que tu eres..., son hechos y circunstancias
que te ayudan a crecer y evolucionar a otro
lugar y espacio más allá de lo conocido y aprendido.
La vida es un lugar donde crear amor y donde
perdonar..., sin estas herramientas nada
absolutamente nada en esta dimensión tiene
soporte y base; sin estos atributos es imposible
aceptar la vida tal cuál es; no hay más sentido
en la vida que la propia experiencia..


Cuando el hombre es capaz de aceptar que solo a
través del perdón, del amor y del agradecimiento
podemos reconocer el Poder y el Valor de la vida,
entonces comienza el verdadero sentido
de su existencia..., cambiando el contexto de su vida.
A partir de ese momento, es capaz de crear con
magia, porque Ella mueve su mundo, sus asuntos
y su vida, a partir de ese momento no esperas
resultados, no teme consecuencias, no necesita
elogios, ni gratificaciones, sabe que todo eso aparece
durante su camino, sin esfuerzos y con naturalidad…

El hombre sabio sabe que nada de lo acontece es
perdurable, definitivo, ni real y que el camino se
convierte en una fuente de oportunidades...,
donde no hacen falta miedos, dudas,
ni inseguridades, porque todo absolutamente de
cuanto acontece es una oportunidad para crecer,
perdonar, amar y dar gracias...

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