domingo, 15 de enero de 2017

MAR ADENTRO..., ¡EN EL FONDO DE TU OCÉANO!.


El mar es un desconocido..., solo conocemos la superficie del océano, solo su superficie es  conocida, pero, ni aún así podemos describir ni conocer a ciencia cierta su profundidad, su belleza y la vida que en el se esconde en totalidad...
Así, el ser humano ha vivido y experimentado su mundo exterior y vida desde fuera..., ha dependido de su apariencia exterior, del trabajo que ejercía, del  dinero que ganaba o tenia, de la posición social, sentimental y familiar que ocupaba, ha dependido de su disposición de poder y autoridad, todo esto le aportaba una cierta seguridad y el reconocimiento de  los demás, haciendo-le sentir feliz y equilibrado por un tiempo..., lo que ha importado era su apariencia exterior y las reglas de lo mantenían en ello...

El hombre se olvidó de él mismo…, olvidó aquello que no eran reglas, apariencias, ni oposición..., el hombre se recreó en la supervivencia, el poder, el control y lo conocido…, perdió su libertad, su dignidad y la belleza de su verdadera identidad..., aquella que no depende de ninguna palabra, de ningún concepto, control o  poder ajeno y externo a él, perdimos la Verdad de Quienes Somos... sin apariencias, sin ningún límite ni restricción..., fuimos copias repetidas, una tras otra, solo debíamos no salirnos de las reglas y los conceptos asumidos y de lo conocido...

Perdimos la voluntad y la libertad de elegir sin restricción, sin  condicionamientos, perdimos el equilibrio de nuestro verdadero mundo interno... y del amor que somos después de toda identidad y rol..., perdimos la voluntad para ser leales a nosotros mismos y a nuestra verdad, sin disfraces ni cláusulas…
El ser humano ha necesitado a otros para crecer y evolucionar…, a necesitado apoyarse en los demás para seguir el camino de lo conocido..., se nos advirtió y educó desde el miedo y la zona de aparente seguridad..., pero la vida no puede ser controlada, ni medida, ni ocultada..., la vida solo debe ser vivida... en la autenticidad, el amor y la paz que nace desde nuestro mar interior..., allí donde no hay nada que probar..., allí donde nadie puede decirte qué hacer o donde ir..., allí donde ninguna duda puede aparecer..., porque eres más allá de una idea, un pensamiento, una creencia y una mente limitada por reglas y normas que no te dejan ir más allá de toda apariencia e identidad adquirida en el exterior...


Debemos dejar de buscar y necesitar la aprobación del vecino, de los demás, de la sociedad, la familia, no somos ni el vecino ni la sociedad, no somos nuestra familia, somos seres únicos y exclusivos... y debemos buscar en nuestro interior esas diferencias, ellas son las claves de nuestra sabiduría, amor y de nuestra verdad..., allí donde no necesitamos aprobación de nadie, más que de nosotros mismos...

Dejamos de amarnos, de escucharnos, dejamos de ser..., en el camino hemos perdido el amor que somos..., hemos sacrificado nuestra verdad..., al poder, la supervivencia y la aparente seguridad…

En el camino hemos dejado nuestra verdad y el amor que somos, olvidamos de donde provenimos y a donde vamos..., entregamos nuestra felicidad interior a una falsa felicidad creada a partir de la satisfacción efímera de nuestros sentidos y deseos.

Olvidamos nuestro verdadero mundo..., aquel que no necesita justificación, calificación, valoración de ningún otro , más que de nosotros mismos…
Cuando persigues el halago de otro o la satisfacción a través del otro es... porque perdiste tu propia satisfacción , tu propio reconocimiento y tu valía..., mientras sigas esperando la gratificación ajena, estas fuera de ti y eres inconsciente de tu verdad, de tu mundo,de tu vida y del amor que tu eres...
Nadie más que tu, puede llenar totalmente tu vacío interior…, nadie más que tú es capaz de reconocer la totalidad de tu ser..., nadie más que tú podrá jamás hacerte sentir completo si tu antes no lo has hecho..., siempre habrá un vacío en un lugar o en otro en tu interior y de tu cuerpo, donde te sentirás incompleto, pequeño y fugaz...

Busca hermano..., busca allí donde ningún otro puede buscar por ti..., busca corazón busca, por muy oscuro que parezca un rincón, solo pretende que lo descubras, que seas consciente de que está allí y de que lo amas..., ningún amor exterior te devolverá tu verdad y el conocimiento de quien eres…, detrás de toda apariencia e identidad…

Ningún amor fugaz será lo que tu eres..., ningún yo exterior a ti, tiene más poder que tu yo interior..., ninguna valoración positiva o negativa externa tuya es más importante que tu propia valoración interior..., allí donde eres capaz de ver sin oscuridad, allí donde tu mar profundo es limpio, nítido y claro..., allí en la profundidad de tu océano todo es belleza, beatitud, conocimiento, sabiduría, inspiración, amor y paz infinita...

Mar adentro, muy adentro... allí en tu Ser..., en lo más profundo de ti está tu Corazón de Corazón..., allí está ese Amor Incondicionado y Eterno... que no exige, que no pide, que no justifica, que no depende de nada ni de nadie..., el auténtico Amor Es y Será siempre sin motivo, justificación, concepto ni límite...

Allí en la profundidad de mi océano todo está en Paz y en Calma…, allí nada ni nadie tiene poder sobre mí..., allí solo la verdad puede relucir... y allí siempre y por siempre estaré en compañía de aquel amor que es inseparable, indivisible e incorrupto...., porque ese amor no conoce y jamás ha conocido la separación, la división ni el dolor...

Mar adentro y en la superficie de la vida y de mi vida dejó emerger la paz, el amor, la confianza y la libertad de aquel que conoció el Amor... que no es una palabra, ni una acción, ni una actitud, sino que Es... el Verbo Manifiesto... de toda vida y realidad...

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