lunes, 19 de diciembre de 2016

¡DON QUIJOTE, EL HIDALGO!.


 El ser humano ha vivido entre la ficción de las apariencias y una realidad oculta más allá de la fantasía, la ilusión y del pensamiento...


Don Quijote el hidalgo que enloqueció y perdió la razón soñando e imaginando un mundo que idealizo en la búsqueda de aventuras, justicia y gloria, muestra como nuestra realidad está basada en la percepción que tenemos de las cosas, circunstancias y en la forma de ver y sentir aquello que nos rodea...


Nuestro mundo, circunstancias y vida es una realidad creada desde la locura de la ignorancia, de no conocer en verdad quienes somos… y creada desde el olvido de nuestra verdadera naturaleza…


El hombre Es... mucho más allá de todo pensamiento, creencia, idea o supuesta realidad..., inventada desde la percepción, aceptación y consciencia de quienes creemos ser…, pero no de quienes Somos en Verdad…


Don Quijote, el hombre, el hidalgo y caballero en búsqueda de su justicia y gloria solo es, una forma de locura basada en suposiciones…, pretensiones y deseos efímeros, que sólo te llevan a aquel lugar, fuera de todo equilibrio, centro y orden interno, para vivir y sentir una vida imperfecta e incompleta, sólo el que vive desde dentro, desde su verdad más profunda e íntima es capaz de crear una realidad homogénea y basada en el amor, que es la única cura... de toda locura, desorden o desequilibrio tanto interno como externo...


Cuando eres capaz de amar la vida, las circunstancias, tu entorno y vida sean cuales sean, entonces, nada más tiene poder o control sobre ti…


Vivir no es creer, suponer, imaginar y aparentar nada fuera de ti…, Vivir es sentir sin miedo, sin control, apariencia o duda, Vivir es compartir, experimentar, crear y sentir lo que Somos sin reglas, conceptos, pensamientos, ni proyecciones...
                                                                               
El hidalgo creó un mundo basado en los deseos de su ego..., era un soñador, un soldado que buscaba, la justicia y el amor idealizado por Dulcinea, Don Quijote luchó por su utopía, luchó con los gigantes que le pretendían privar de sus sueños y fantasías…
                                                                              

El amor no debe ser ninguna utopía..., el amor no puede ser producto de la imaginación, no se nos puede arrebatar por la fuerza, el poder, el miedo y la guerra. El amor debe ser el Deber de todo ser humano..., de todo ser vivo y sin-tiente..., porque el Amor es la realidad y el motivo de la Creación... de la vida, tal cual la conocemos…, el Amor es el origen de todo cuanto conocemos..., incluso de aquello que creemos que no es amor..., pero, aquello que no es amor es solo de la desviación de toda energía, por la parte animal del ser humano.
                                                                        

El amor no conoce desviación..., falla, error, sólo el hombre, solo la materia es la causa de toda tergiversación, solo la parte animal y mental del ser humano es el origen de toda desviación de la justicia, la libertad, la paz y la verdad de quienes somos..., jamás el verdadero amor puede ser desviado o alterado..., solo la forma humana de amar es efímera, fugaz y volátil..., solo el concepto e idea de amar a otro para obtener algo a cambio es caduco.
                                                                            

En verdad el hidalgo solo es una proyección..., don quijote en su locura buscó armas para defenderse, un nombre que lo identificara, un vehículo para moverse y un amor que idealizó, quiso hacer justicia, correr aventuras..., al igual que nosotros buscamos armas para justificar nuestras acciones y creemos ser felices cuando creemos realizados nuestros deseos, pero, en verdad todas estos conceptos y creencias son efímeros y  perecederos, en el momento que los consigues desaparecen y surgen otros, mientras que si vives y sientes esa felicidad y paz desde dentro, entonces, no depende de nada ni de nadie, nada ni nadie tiene poder sobre ti, nada ni nadie tiene control sobre tu vida pase lo que pase, porque no deseas..., no proyectas..., no dependes de nada ni de nadie…, Eres feliz… y la única forma de lograrla Es... Viviendo y Siendo solo Amor…, es creciendo con cada circunstancia, hecho o experiencia..., sin importar donde te lleve..., sin temer que suceda, sin pretender otra cosa que lo que sucede en ese mismo momento...


No podemos perder nuestra vida pretendiendo ser lo que no somos…, no debemos desperdiciar nuestra vida suponiendo, imaginando o proyectando..., sino que tenemos que vivir sin adelantarnos al mañana, ni recordando el pasado..., solo así el hidalgo se convierte en dueño y señor de su vida y su mundo..., así el hidalgo ya no es más ningún caballero errante buscando la justicia, la gloria y el amor fuera..., sino que encuentra Todo en su interior… él aprendió a Ser…, no necesita ser reconocido como caballero..., él es Señor de su Destino, de su Vida y de su Mundo...

Cervantes con don Quijote nos mostró, al soñador, el aventurero y a la locura de la imaginación desmedida que a veces podemos sentir, el Quijote llenó de aventuras nuestra infancia, aprendimos con el a imaginar, disfrutar y a soñar despiertos, pero, ahora llega el momento de Crecer más allá…, llega la hora de ir allí donde la realidad supera toda ficción…, llega la época de Ser…, no de hacer ni pretender…


El hombre Es puro amor, pura energía andante... y pura vibración..., dejemos de soñar y hagamos realidad esos sueños…, pero sin pretender, sino fluyendo con cada movimiento, circunstancia, persona o realidad…


Es lícito y un derecho ser feliz..., pero no creyendo que solo la consecución de los deseos es la manera de conseguirla, porque solo a través de la aceptación, la fluidez y el amor podemos encontrar la Verdad y la felicidad intrínseca y perenne...

En verdad D. Quijote buscaba la felicidad, como todo hombre, esa es la meta y el fin de esta realidad..., una vez encontramos esa felicidad intrínseca al Ser Humano auténtico..., hemos evolucionado y aprendido aquello por lo que decidimos bajar a esta dimensión y realidad…, para ello debemos liberarnos de todo aquello que creemos ser y que no somos..., debemos aceptar aquello que hemos ignorado, olvidado, tapado y perdido..., entonces, ya no seremos solo un noble, no seremos solo un caballero de la mesa redonda, sino que seremos los Reyes de nuestra vida, mundo y realidad...  

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