miércoles, 27 de julio de 2016

EL MAYOR DE LOS MISTERIOS.



Lo oculto, lo prohibido, el misterio siempre ha sido motivo de estudio o de miedo...
El ser humano es curioso por naturaleza, pero además fue educado para temer lo desconocido...
Se nos privo el derecho de investigar más allá de lo establecido como normal y razonable...
El hombre se ha sentido atraídos por el misterio, el enigma, por todo aquello situado más allá de las fronteras establecidas y conocidas...

Esta naturaleza curiosa del hombre nos ha hecho crecer, investigar, aprender y evolucionar, más allá de lo conocido, creído y imaginado...
El misterio, lo desconocido ha sido el motor para alcanzar un mayor bienestar y comodidad..., pero también, es el lugar y el espacio donde se encuentra el verdadero Origen del ser humano y la vida...

¿Quién no ha sentido curiosidad alguna vez?...
¿Quien no se ha preguntado alguna vez un porque?...
¿Quién no ha intentado descifrar en algún momento los misterios que lo rodean..., los misterios de la vida, la tierra, el universo y el espacio?...

Gracias a preguntas como estas, hemos conocido lo que hoy sabemos y llamamos ciencias... Por tanto, todo aquello que hoy llamamos ciencia, ayer fue un misterio…

Según el diccionario misterio es: aquel hecho o cosa cuya naturaleza, causa, origen o razón de ser no tiene explicación o no se puede entender...

Cada historia, cada individuo, cada vida, cada movimiento de la vida es producto de una serie de movimientos, de pasos que desencadenan hechos y  circunstancias.

Muchas veces nos preguntamos y reaccionamos negativamente ante resultados que no son los esperados, y nos preguntamos: ¿ qué hubiera pasado si hubiésemos tomado otra decisión ?, esto también es un misterio..., pero hay infinidad de misterios, de hechos, de causas que no conocemos ni su origen o ni como se originó...
                                                     

El mayor de los misterios hoy aún Es... conocer y averiguar el origen de la vida..., de cualquier vida y sobre todo de la misma vida humana y de la tierra...

Cuando el ser humano logre conocer su Origen..., su Causa y el Motivo de nuestra vida..., sabremos a ciencia cierta Quiénes somos..., qué somos…

El hombre Es un enigma... en toda su extensión,  todo lo que lo rodea también, estamos aún perdidos en la búsqueda de nuestra identidad y de la identidad de la vida..., aún buscamos las causas, la verdad de nuestra  forma y lo que hay más allá de esta forma...

El ser humano lleva buscando su identidad desde que es consciente de su vida y existencia..., quizás, no hemos buscado en el lugar adecuado, quizás no hemos sabido interpretar señales, movimientos y hechos...
El hombre ha buscado su identidad desde el exterior, ha querido entender sus comportamientos, actitudes, actos, palabras, circunstancias y mundo, basándose en el estudio de su entorno y desde fuera..., así, es difícil averiguar nuestra verdadera realidad interior y exterior...
                                                      

No sólo somos materia, pensamientos, ideas, emociones, ciencia; sino que somos Esencia..., somos Vida..., Conocimiento sin descifrar, sin entender y sin comprender, somos Conciencia..., somos conscientes de que vivimos, pero, no entendemos aún el sentido de la Existencia..., para averiguarlo  tenemos que investigar en nuestro interior..., en nuestras emociones, sentimientos, reacciones y  acciones, esta es la puerta que nos lleva al descubrimiento profundo de nuestro misterio personal..., de nuestro ser único y a la vez común para todo ser humano y la humanidad...

Nuestra raza comparte un origen..., un camino y un crecimiento, todos somos Uno…

El hombre es la especie  más evolucionada..., más capacitada y preparada para conocer, crecer y manifestar una realidad diferente a la actual en nuestra tierra..., el hombre, es capaz de cambiar su destino... si aprende a vivir, sentir, experimentar desde  el amor, el conocimiento interior, la paz y la integración de la totalidad de la Verdad Una...

No somos solo materia... , no somos sólo carbono en el ADN, sino que el es portador de una cadena de información desconocida....
Somos no-forma..., somos ciencia sin conocer..., somos consciencia... y somos Vida sin recordar..., somos matemática más allá de los números y somos geometría sagrada e infinita...

¡El hombre no sabe aún quién es!!!..., aun está perdido en la búsqueda de su Identidad..., de su Origen..., de la llave que lo lleve a conocer su Verdad más íntima, y más profunda..., pero, está llave solo la puedes encontrar en tu interior..., allí donde ningún pensamiento es tu verdad, ni tu origen  

Todo Misterio es una ausencia de Consciencia, una ausencia del Conocimiento integrado de nuestro Ser… y de lo que somos... Cada misterio, es una falta de conocimiento, falta de capacidad para entender, descifrar, cambiar, asumir o comprender algo...

Misterio es... todo aquello que es desconocido... en su forma, su origen o su causa..., es aquello que no podemos explicar, por falta de Consciencia o por Ignorancia de la Verdad Una...
Todo Misterio tiene un origen, una conciencia, unos hechos y unas consecuencias tangibles pero no explicables...

El ser humano a lo largo de su historia ha ido descubriendo misterios..., hechos, circunstancias y situaciones, pero aún le quedan muchos misterios por resolver.
El hombre actual aún no ha averiguado su verdadero origen, aún no sabe de donde proviene,  aún no ha comprendido, ni comprobado el origen de la Chispa que le da la vida..., aún no conoce su Aliento Primero..., o incluso si su Aliento ya era antes de su Origen... como hombre, o si el origen es sólo una Consecuencia de la Consciencia Una... que decidió separarse, experimentar y crecer desde la individualidad, la diversidad y la separación...

El hombre es una especie privilegiada, una raza Primigenia que encierra Realeza..., misterio y que guarda en su interior la clave para el descubrimiento de quien Es..., de lo que él Es... más allá de lo aparente, lo tangible y lo palpable a simple vista...
Somos mucho más de lo que hemos descubierto hasta ahora en nuestro ADN, la materia por sí sola no porta la chispa de la vida; la materia debe ser infundida de algo más... para tener vida.

La materia solo es el vehículo que transporta la verdadera naturaleza del ser humano.
Y durante el sueño ¿ que pasa cuando el hombre no es consciente de la materia que viste ?, durante este tiempo no somos consciente de lo que pasa en nuestra mente, ni donde estamos...

Es necesario profundizar en nuestro interior, es esencial seguir trabajando con nuestro ADN, nuestro conocimiento no se encuentra en la mente, en las creencias, en reglas obsoletas limitan-tes y arcaicas que pretenden mantener el control, el  miedo, la incertidumbre y el desconcierto en el exterior.
Debemos buscar el mayor de los misterios..., que es nuestro Origen... y nuestra sabiduría guardada..., pero , debemos hacerlo con una conciencia basada en el auto-conocimiento, la auto-exploración, la confianza y la certeza de que somos seres soberanos..., seres creadores..., seres empoderados... en nuestra realidad ,vida y existencia...

Es el momento de cambiar nuestro punto de enfoque y percepción exterior y comenzar nuestra autoexploración, reconocimiento, aceptación e integración interior..., descubriendo nuestros comportamientos, acciones, reacciones, pensamientos, creencias, historias, limitaciones y enigmas internos....

Una vez que descifremos el porqué de nuestras acciones, reacciones, miedos, tristezas, sufrimientos, carencias, satisfacciones y alegrías; una vez que seamos capaces de dominar los impulsos e instintos más básicos y seamos capaces de entender el por qué actuamos de tal manera..., sin buscar culpables, juicios, víctimas, verdugos, ni responsables, sin intentar agradar a nadie..., sino ser coherentes con nosotros mismos...
Es indispensable pensar, sentir, actuar y reaccionar de la misma manera, sin altos y bajos, sin perder el centro...; sin sentirnos agredidos, coaccionados, limitados o perseguidos..., entonces, nuestra realidad se Transformará... drástica-mente y recobraremos nuestra autonomía, nuestra libertad y el amor por nosotros mismos...

lunes, 18 de julio de 2016

POR LA PAZ… Y EN PAZ…






En los últimos tiempos estamos padeciendo un azote de violencia descontrolada alrededor del mundo…
El ser humano atribuye esta violencia a extremista, xenófobos, separatistas y radicales.
No importa el origen de estos actos incontrolados, no importa la motivación, pero aquellos que se identifican con ellos, necesitan  manifestar la ira, el odio o la xenofobia que llevan en su interior.

Nos han educado desde las diferencias, desde las comparaciones ideológicas de todo tipo, desde conceptos basados en desigualdades y límites entre clases: sociales, culturales, religiosas, razas, lugar de procedencia, origen, etc.

Ningún ser humano es mejor que otro, ningún ser humano es igual que otro…, sin importar su color, raza, ideas políticas, religiosas, sociales, ideológicas, culturales, sexo o clase.
Nadie puede pensar, actuar, hablar o vivir por otro, nadie puede imponer ideas, costumbres, política, religión, cultura, etc.

Ningún problema es suficientemente importante para llevarnos a la desesperación, al desánimo, al miedo, a la locura y a perder nuestro conocimiento interno, nuestra verdadera identidad, que no se identifica con ninguna apariencia, con ningún sentimiento de obediencia, de pertenencia, de sacrificio o entrega de nuestra libertad, de nuestro amor por nosotros mismos más allá de cualquier reto, dolor o sufrimiento...
                                                                               

Jamás ninguna violencia, ningún acto terrorista, ningún miedo debe sacarnos de nuestra seguridad, de nuestra verdad y de nuestro amor. Ninguna violencia es la Solución..., ninguna violencia nos lleva a un mejor lugar..., ni nos aporta aquello que buscamos, ni es capaz de lograr ningún tipo de libertad: personal, ideológica, ni de ningún tipo, sino que acarrea más dolor, más sufrimiento, más diferencias y más cadenas a nosotros y a los demás. Ningún dolor puede ser motivo de alegría, de contento, de conformidad, ni puede apaciguar ningún sufrimiento, no puede romper ninguna cadena, más bien todo lo contrario produce más limitación y opresión

Cualquier violencia producida a otro o a nosotros mismos no nos hace ser mejores, ni nos lleva a ninguna gloria en ningún lugar y en ninguna vida.

La violencia es fruto de la falta de amor, de la falta de libertad…, para ser quienes somos más allá de esta forma, en esta forma y en cualquier forma. La violencia es producto de la separación, de las diferencias dentro de las diferencias, de la no aceptación, de la falta de fraternidad entre unos y otros, es igual si es entre individuos, pueblos, naciones, continentes, incluso si estas diferencias y no aceptación son de nosotros mismos.

La Paz es el único antídoto contra la violencia sea del tipo que sea..., sea de género, raza, pueblos o clases.
La Paz es la verdad más grande, es el Poder más fuerte que es capaz de generar y mover a las masas, capaz de crecer desde la solidaridad pacífica e igualitaria de todos.
La Paz no conoce de diferencias porque su  Motor es el amor y ella es motivo de Unión siempre..., es  capaz de acabar con cualquier guerra o conflicto, sea del tipo que sea sin necesidad de violencia sino con la manifestación pacífica de la Unión... No debe de haber la menor diferencia para mostrar nuestra firmeza, apoyo y comunicación entre los pueblos y individuos y erradicar cualquier tipo de acto terrorista, siempre desde la paz , la comunicación y la unidad.
La Paz es el resultado de la aceptación de las diferencias, de los opuestos y del miedo, muchas veces por ignorancia y desconocimiento.


Respondamos ante cualquier acto violento con paz, solidaridad, amor, confianza y optimismos, Unamos nuestras Fuerzas, nuestro Amor y nuestra Paz para erradicar cualquier acto que quiera sembrar la violencia, al caos o la destrucción….

Somos todos una misma raza, la humana..., no hay más diferencias que las que queramos buscar, todos estamos hechos de la misma materia prima... Ninguna diferencia es más real que el poder que le demos y la atención que le prestemos...

Cada diferencia es motivo de crecimiento, de integración y de conocimiento. Las diferencias sólo nos educan, nos forman y nos hacen crecer... Solo cuándo queremos ser copias unos de otros, perdemos el control de nosotros mismos, la razón y el conocimiento de quienes somos.

Es imposible buscar ser igual a nada, ni a nadie..., no podemos ser igual a nadie, somos seres exclusivos con características similares pero con variaciones importantes y esa es la grandeza de la raza humana.
No es viable querer mantener o pertenecer a una media, una medida, una forma jerárquica y organizada y actuar como autómatas, como seres programados, como conejillos de laboratorio controlados, observados o manipulados.

No podemos desterrar de la tierra aquello que no nos gusta..., aquello que creemos que va contra nuestro principios: morales, sociales, políticos, religiosos, clasistas o racistas.

Ningún principio es más importante que cualquier vida, ningún principio nos puede decir que matar es una Solución, que sembrar el caos es la Solución…
La Única Solución es la Hermandad de todos los hombres..., de todas las vidas…
La única verdad es que no hay diferencia alguna, que no hay ningún color, ninguna raza, grupo, lugar o religión que tenga la razón, que sea la solución o la salvación.


La Salvación está en la Unidad y en la Paz, la Salvación es la Igualdad en cualquier diferencia. La Verdad está en el conocimiento de que todos somos iguales sin distinción de origen, conocimiento, posición, educación o lugar…

La Paz es la única Meta, es la única Solución y Resolución a cualquier conflicto, a cualquier oposición.
En la Paz están todas las ciencias..., todas las culturas, todas las religiones, razas y todas las enseñanzas heredadas, concebidas, aprendidas y por aprender…
La Paz es el conocimiento, la ciencia, el arte, la belleza de encontrar el amor más allá de cualquier caos..., de cualquier dolor, de cualquier problema, circunstancia o miedo. A veces mantener esta paz es difícil sobre todo cuando vemos el caos a nuestro alrededor, entonces más que nunca debemos reaccionar desde la entrega, la solidaridad y el amor para aquellos que sufren…
Cuando alcanzas tu Paz interior ningún miedo, ningún control, dolor o pena es realmente lo que tu eres..., sino que esta Paz te lleva a aquel lugar donde nada es real más que el amor por ti mismo…, y por los demás..., allí donde eres capaz de ver el caos, el miedo ajeno, incluso si es propio, sin ser afectado por ello, sin ser sacado de tu centro, de tu paz y de tu amor..., allí donde eres capaz de hacer sentir a aquellos que sufren tu Paz..., tu Consuelo..., tu Comprensión y tu Amor por ellos y por uno mismo, entonces eres el Mar donde se calman todas las angustias, todos los dolores, todas las penas y sufrimientos.
                               
                                         
Por la Paz y en Paz... todos somos Uno
Todos Unidos somos la bandera y el emblema de la Vida..., somos el muro, la Fortaleza Indestructible del Amor…, donde todos los dolores, todos los sufrimientos son lavados, donde el caos desaparece…
No podemos dejarnos vencer por las fuerzas oscuras..., cuyo única manera de dominar y controlar es a través de la violencia, el miedo y el caos. Jamás nos podemos dejar Vencer... y Acallar…, nuestro Grito de Paz..., Amor y Libertad para Todos...

jueves, 14 de julio de 2016

¿FRACASO O EXCUSA?.





George washington Carver dijo: “ el noventa y nueve por ciento de los fracasos vienen de personas habituadas a dar excusas”.


El hombre se ha dejado vencer, convencer y aceptar que el éxito es sólo producto de unos pocos, de algunos que nacieron con una estrella, y que los demás hemos nacido estrellados y que no somos capaces de conquistar el éxito, pero esto no es la verdad…


El ser humano es grande, es creativo y poderoso, sólo que hemos permitido que las circunstancias, el desánimo, el tiempo y el mundo sean quienes manejan nuestra vida. Este mundo muchas veces es una carrera de obstáculos, una carrera contra nosotros mismos, contra nuestra sabiduría y conocimiento interior, negamos aquello que realmente nos motiva, nos llena, nos hace felices y humildes, porque creemos siempre que los otros saben más de nosotros que nosotros mismos..., o que ellos son mejores. Le damos nuestro poder a los demás, a sus creaciones, a su forma de actuar, pensar, sentir, nos volvemos tímidos, inseguros, desconfiados, nerviosos, nos dejamos arrastrar hasta su terreno, hacia donde ellos  nos quieren llevar. Esta no es la manera de crecer, de aprender, de evolucionar. Cada uno debe encontrar su camino..., y sólo lo puede encontrar él, que además es siempre un camino único y que no depende jamás de lo que otro haga o deje de hacer,diga o piense, sino de lo que nosotros sentimos, pensamos, hacemos y cómo lo queremos expresar.


No podemos asumir nuestras decepciones o errores como excusa para justificarnos en el fracaso..., ni acostumbrarnos a utilizar pretextos que nos liberen de la responsabilidad de hacer aquello que deseamos y estamos preparados.


La vida es un lugar de experiencia, un lugar para experimentar desde la creación, en cualquier área de nuestra vida. No hay fracasos, no hay errores, hay experiencia y aprendizajes sean del tipo que sean…


Cada experiencia es un conocimiento..., una creación que debemos asumir, asimilar e integrar como parte de nuestra vida, sin trauma, sin decepción o fracaso, tras cada movimiento de la vida crecemos..., no nos podemos detener en las emociones bajas, todo lo contrario, aprender de ellas, crecer y seguir adelantes, desde la confianza.
                                                                                          

La confianza, la seguridad, y la entrega sin miedo, ni reservas, acaba con cualquier idea de fracaso...
La seguridad en nosotros mismos, en quienes somos, en lo que queremos más allá de cualquier circunstancia, obstáculo o dificultad nos lleva al Éxito..., sin importar cuánto tiempo nos lleve, cuántas veces nos equivoquemos, o lo que puedan pensar o decir los demás.


No existe el error, ni el fracaso si tu no lo sientes como tal, se trata de cambiar la percepción, el enfoque.
El pasado no existe, los errores tampoco, sólo son observaciones de un comportamiento, de una experiencia a los que ponemos un juicio, sin ver aquello que estaba en nuestro interior y que nos mostró ese Resultado...


Atribuimos error con la falta de consecución de un objetivo…, y si ese objetivo no fuese realmente aquello que nos lleva al mejor lugar..., a la mejor solución…, para nosotros.


Aceptemos cada vivencia, cada acto y consecuencia como algo que está más allá de lo que sabemos y conocemos y que siempre hay un origen más profundo y más positivo de todo, que en muchas ocasiones se escapa de nuestro control o entendimiento.


No importa que nos sucedió, sino cómo nos afecta…, como nos lo tomamos y cómo reaccionamos ante ellos, si nos sentimos culpables, nos machacamos y reprochamos, de esta manera ningún éxito es posible..., ningún objetivo vamos a conseguir, porque habrá más retos, más experiencias que superar…


No podemos dejarnos vencer por el desánimo, por nada ni por nadie..., nada ni nadie es dueño de nuestra vida, de nuestras elecciones y de sus consecuencias. Sólo nosotros somos las artífices de nuestra vida y sólo nosotros podemos cambiar cualquier resultado que se produzca, a través del esfuerzo, la perseverancia y la paciencia...Esta es la clave para el Éxito sea en el aspecto que sea, sea en la actividad  que sea.
Si algo no te gusta, toma las riendas de tu vida y Cámbialas..., desde la confianza interior de que eres capaz de producir el Resultado buscado..., no mires el tiempo, no mires el camino que te llevó allí, céntrate en el mejor Resultado, sin importar el camino.


A la menor resistencia o dificultad tiramos la toalla, entonces, nos convencemos de que no podemos, de que no somos capaces, de que no somos suficientes, este es el verdadero fracaso, este es el error….


Nada sin importar que sea, tiene la suficiente importancia para que dejes de amarte a ti mismo..., para que pierdas la confianza en ti, en tu ser y en la vida... La vida es maravillosa…, para desperdiciarla compadeciéndose, quejándonos y viviendo desde un sentimiento de pérdida..., culpabilidad..., rencor, dolor por aquello que se quedó en el camino..., o que no hemos logrado aún. Trabaja por aquello que eres..., por aquello que te hace crecer..., ser auténtico y feliz...


Pero nada fuera de ti es más importante, sino aquello que llevás en tu interior..., aquello que está en tu corazón y que es verdaderamente tu Esencia, tu Verdad y tu Paz..., más allá de cualquier adquisición, posesión y éxito…
El verdadero éxito está en la conquista de quienes Somos... más allá de la forma, la apariencia y un mundo externo fuera de nosotros.


Tu eres el éxito… pase lo que pase…, porque tu eres la vida y ella te pertenece..., tú eres el triunfo de tu Ser, de tu Verdad y de tu vida si tu así lo decides…., no dejes que nada de este mundo te robe el Don de tu vida..., el Don de la gracia, de estar más allá de todo aquello que te limita, qué te hace pequeño y sentirte perdido.
Confía en ti pase lo que pase..., no pierdas jamás tu alegría, tu voluntad para trabajar por aquello que quieres y con lo que disfrutas, sólo tú puedes conseguirlo, sólo tú eres capaz..., sólo tú tienes el poder para conseguirlo...
Ánimo y pase lo que pase…, no desistas, eres grande y nadie más que tú puede hacer aquello para lo que viniste a hacer.

sábado, 9 de julio de 2016

¿ TE ATREVES A CAMBIAR?.





¿Sabes quien eres?.
¿Sabes donde estas?. El hombre ha vivido desde que su memoria alcanza rodeado de obstáculos, limitaciones, sufrimiento, dudas y escasez, ha crecido y evolucionado sintiendo que el mundo y su mundo era ajeno a él, que no podía hacer nada por cambiar y que el cambio debe venir siempre desde fuera de él, pero la verdad deja mucho que desear de esto. Nada es ajeno al individuo, ninguna solución puede provenir del exterior del individuo, sino que debe empezar con él, y terminar con él.


Cada vida, cada hecho, circunstancia, acción y reacción tiene unas causas y unos efectos, por tanto según sintamos, vivamos, reaccionemos y actuemos así serán sus efectos y consecuencias. El hombre es la especie más evolucionada en la tierra..., él es por naturaleza  creador de su mundo, de su historia y de su vida... Por tanto no podemos adjudicar a otro la naturaleza de nuestros actos, vida y circunstancias.


Todos y cada uno de nosotros podemos generar un cambio en nuestra vida…, cambiando desde dentro, cambiando nuestra postura, nuestra forma de ver, percibir, sentir, vivir y participar en nuestra historia y vida. Nadie ni nada puede decidir por nosotros cómo queremos vivir y cómo queremos sentir. Nuestra vida nos pertenece..., nuestra vida es fruto de nuestras palabras, pensamientos, sentimientos, acciones y decisiones y reacciones... Pero la única manera, la única forma de cambiar es a través del trabajo interior, a través del conocimiento interior de quienes somos. No importa cuantas veces nos hemos equivocado, cuánto hemos sufrido, lo importante es que hacemos desde el momento que somos conscientes de que algo no funciona como debería en nuestra vida, y que estamos dispuestos a hacer para producir ese cambio en nosotros y en nuestro entorno.
                                                                    

La vida no es fácil, no podemos engañarnos diciendo que todo se arreglará sólo, que los demás van a cambiar y que nosotros no podemos hacer nada para que los otros cambien, culpamos al otro como responsable de nuestras dificultades y problemas.
Nadie es autor de nuestros problemas sólo nosotros y nuestra falta de responsabilidad para con nosotros mismos, para tomar las riendas de nuestra vida, para decidir sin miedos, sin complejos, sin menosprecio hacia lo que somos, sentimos y queremos...


En esta vida no puede haber miedo sea a lo que sea, si existe el miedo en algún rincón de nosotros, entonces no puede existir el amor y la luz. Este es un mundo dual, es el amor o el miedo y todas sus variantes.


El amor es la clave para todo..., el miedo es su opuesto para conseguir aquello que queremos.
Hay un amor, hay una forma de ser y de vivir que es incondicionada, que no depende de nada ni de nadie, más que de él mismo, este amor es desconocido..., porque el amor que hemos conocido aquí en esta tierra ha sido condicionado y manipulado. Pero el amor es mucho más de lo que hemos sabido entender aquí en esta tierra, Él es el verdadero desconocido, porque el amor no conoce de ciencia, no conoce de control, no conoce de manipulación, posesión, ni dominio. Existe un amor que es incondicionado..., que no conoce de rivalidades, de competencias, de poder o control.


Hay un amor que está más allá de cualquier conocimiento, de cualquier entendimiento, de cualquier intención y de cualquier voluntad porque él es la Luz que nunca se apaga..., es la confianza que no tiene fin..., es la belleza que no tiene límites..., es la conciencia que no conoce dolor…, porque para él no existe otra cosa que la seguridad, la paz y la estabilidad de la Luz que no tiene final ni principio...


Este amor no puede ser derivado..., no puede ser vencido..., no puede perderse..., ensuciarse o destruirse…, porque él es el Todo, la Nada, la Fuente, la Vida, que no es vida sino la Eternidad...


Para cambiar si es realmente lo que quieres, sólo puedes basarte en el amor incondicional por ti mismo..., por lo que eres más allá de la forma, más allá de un concepto, de una idea, de una percepción.


Aquel que quiere cambiar realmente..., no porque su vida no funciona como quisiera, no por intereses creados, sino porque nace desde su interior desde el amor a su vida, a su existencia y a la existencia misma, él puede conseguir cualquier meta, cualquier cambio... que se proponga porque va más allá de una apariencia, de un concepto y una falsa creencia sobre sí mismo...
El amor incondicional por uno mismo, te comunica con el amor incondicionado de los demás, es decir, aquel que es capaz de aceptarse a sí mismo tal cual es, es capaz de aceptar también a los demás más allá de cualquier hecho, más allá de cualquier circunstancia, dolor o aptitud. El amor está siempre más allá de todo y de nada..., es decir no depende de nada, no está sujeto a nada, él es lo incomprensible, lo desconocido, lo inimaginable, lo intangible, lo invisible, lo que alguna vez se perdió y que durante milenios hemos estado buscando, sin saber que estaba en nuestro interior encarcelado, limitado, perdido y olvidado.

El amor es el centro de la creación..., estaba antes de aquello que llamamos la creación, aquello que no podemos nombrar, aquello que se escapa de nuestras capacidades, de nuestro conocimiento racional. El amor es aquello donde nadie puede llegar desde una realidad inferior, restringida y privada de luz, es un lugar, un espacio que no es ninguno de estos dos, porque Es Todo lo que Es y lo que no Es...


El amor físico, el amor racional no es amor en toda su extensión, tiene que haber una chispa mágica, una chispa divina donde perdemos la noción de cualquier conciencia pequeña, donde descubrimos lo innombrable, lo incomparable, lo invisible, lo imposible de aquello que no tiene nombre, que no tiene fin porque tampoco tiene principio.


¿ Quieres cambiar?, ¿ Quieres realmente cambiar?, entonces atrévete..., atrévete a desear cambiar..., a desear ser diferente..., a trabajar contigo mismo..., a vivir más allá de lo conocido..., más allá de lo visible... y más allá de cualquier conocimiento aprendido...


Aquel que decidió cambiar para su mayor bien, también lo hace para el mayor bien de todos..., porque eso es el amor incondicional el amor por uno mismo y a través de uno mismos el amor por los demás...

Nadie puede cambiar por nosotros, a nadie podemos invitar a cambiar, sólo a través del ejemplo y de nuestra comunión interior, podemos hacer un mundo más hermoso, más igualitario, más bellos para todos y para nosotros mismos.

viernes, 8 de julio de 2016

¿CONOCES LA VERDAD?.




Thomas Jefferson dijo: “ el hombre que no teme a las verdades, nada teme a las mentiras”.

Según el diccionario verdad es: la conformidad entre lo que una persona manifiesta y lo que ha experimentado, piensa o siente. Es decir, coherencia entre nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, pero muchas veces esta coherencia desaparece para ser coherentes con un grupo, una sociedad o unas tradiciones impuestas y otras auto-impuestas.
La verdad, nuestra verdad no tiene que ser la misma verdad que la de nuestro entorno o vecino, incluso familia y allegados, sociedad o cultura.
La verdad es aquella que resuena con lo que nosotros somos, sentimos y vivimos desde lo más profundo de nuestro ser, de nuestra esencia, aquello que resuena con nuestro corazón, aquello que no proviene de nuestra mente analista y calculadora, basada en conceptos heredados y adquiridos, o en algún tipo de asociación o compromiso a reglas que oprimen nuestra verdad.

La verdad no es la misma para todos, no todos vemos la misma cara de la moneda, ni tiene el mismo valor la moneda para todos, por tanto la verdad de cada uno es única, porque cada experiencia vivida desde cada conciencia es única e irrepetible, no puede haber dos experiencias totalmente iguales, ni tampoco sentidas y vividas de la misma manera, aunque sean similares en contenido o forma. Cada ser humano interpreta, percibe, siente y actúa de manera única, cada vivencia tiene una lectura, un aprendizaje, una enseñanza y sentido, según la percepción y el punto de vista donde estemos, actuamos y reaccionamos de diferente manera.

Nuestra verdad habla de resonancia, de vibración y del sentido que le damos a las cosas, no habla de comparaciones, similitudes o apariencias.
La verdad habla de sentir sin reservas, sin miedos por pensar, sentir, reaccionar y vivir en cualquier hecho, circunstancia o posicionamiento, habla de aquello que nos hace sentir alegres, dichosos, libres y auténticos con nosotros mismos. La verdad habla de no sentir miedo, dudas, inseguridad, control o poder de otro sobre nosotros, habla de ser gentiles con nosotros mismos, habla de expresarnos con amor, respeto, solidaridad, amor y paz ante cualquier diferencia, cambio o imprevisto en nosotros, los demás, la vida y el mundo.
                                                   

La verdad no se basa en el mundo exterior, no se apoya en comparaciones, rivalidades, conceptos o herencias mentales individuales o colectivas ni de ningún tipo, sino que Es…, todo aquello que sentimos sin ningún tipo de reservas, de condicionamientos y de prototipos creados a partir de coincidencias, comparaciones o reglas.
La verdad es aquello que es innato en el ser humano, incluso antes de ser consciente de quién Soy y dónde Estoy. La verdad debe ser lo natural, lo real, lo sentido, experimentado y vivido..., ella es la diosa Maat, diosa de la verdad, la justicia y la armonía cósmica.

Cada individuo debe encontrar su verdad, su conocimiento interior, su sabiduría y su esencia original donde se encuentra todas las claves, todas las llaves y toda la ciencia de su vida, más allá de sus recuerdos o memoria.

Si no somos capaces de averiguar, de llegar a nuestras raíces más profundas, a nuestra verdad aún sin descifrar, entonces, no somos capaces de entender nuestra vivencia y vida en esta realidad. La verdad trata de aquello donde no nos conocemos muchas veces, de aquello que no queremos reconocer, aceptar o aprender. Nuestra verdad habla de quienes somos sin caretas, sin miedos, sin vergüenza ni tabúes, habla del porqué de nuestras reacciones, del porqué de nuestras experiencias, del porqué de nuestros aprendizajes, del porqué de nuestros hábitos, creencias, acciones y vivencias.

Nuestra verdad nos pertenece a nosotros, a nadie más..., nadie más puede explicarnos quiénes somos y qué somos. Nadie más puede decirnos dónde estamos y para qué estamos, nadie más puede valorar tus actos, sus consecuencias y tu vida, porque nadie más que tú puede ver, sentir y experimentar tu vida interior más que tú mismo.

La verdad, tu verdad, es que debes amarte por encima de todo cuanto te sucede. Tu verdad es que tus errores te sirven y te han servido para crecer y evolucionar, sean cuales sean sus consecuencias. Tú y solamente tú decides qué haces con tu verdad, nadie más que tú elige cómo utilizas tu verdad, nadie más que tú puede reconocer cuál es tu verdad, y nadie más que tú es capaz  enseñarte cuál es tu verdad.

Cada ser humano tiene su verdad y conoce su verdad..., pero no tenemos sólo una verdad, sino que utilizamos una verdad diferente en cada faceta de nuestra vida, practicamos una verdad con la familia, otra verdad en el trabajo, otra en nuestras relaciones, otra en nuestra vida social y otra en nuestra vida emocional, aquí está un gran reto para nosotros, debemos descifrar porque separamos una verdad de otra, porque utilizamos diferentes verdades para vivir aspectos diferentes en nosotros. Debemos comenzar a unificar todos nuestros aspectos internos, todas nuestras verdades, nuestro conocimiento y nuestra vida.

La verdad, nuestra verdad nos hará libre..., no podemos renunciar a ella, por miedo, conveniencia, duda, inseguridad.
Cuando unificamos, cuando unimos todas nuestras verdades, todos nuestros aspectos, todos nuestros yoes, más allá de la apariencia, la forma y el miedo, integramos todo lo que Somos.

La Verdad nuestra verdad es la justicia... para con nosotros mismos, de nosotros mismos. Pero esta verdad debe de estar libre de ideas, formas, pensamientos, nociones, reglas y conceptos sobre lo que somos, o dejamos de ser.
Verdad es aquello que nadie nos puede rebatir, porque cuando los demás rebaten nuestra verdad, no tiene ninguna consistencia ni argumento, no tiene ningún poder, ningún valor porque no proviene de nuestro interior. Respetamos cada opinión, cada idea, cada concepto, cada creencia pero eso no es lo que nosotros somos, no nos mueve de ese lugar donde estamos..

La verdad no conoce el miedo, ella sólo Es…
La verdad debe ser nuestra naturaleza, no nuestra vergüenza…
La verdad no lleva máscaras, no lleva caretas, no necesita esconderse.
La verdad debe ser siempre Una, en ella no existe la polaridad…
La verdad Es lo que es, no se puede definir, ni enjaular.
La verdad no necesita ser gritada…
La verdad debe ser nuestro maestra en nuestro interior sin necesidad de publicidad, de reconocimiento o de gratificación, porque ella brillará siempre de una manera u otra.
Aquel que lleva su verdad en cada rincón de su vida, en cada faceta de su existencia,  conoce la Fuerza de la Verdad, la suya y por consiguiente él es la verdad, el no conoce de disfraces, sólo Es… Una vez que encontramos la Verdad de uno mismo..., esa verdad no nos abandonará jamás...