sábado, 9 de julio de 2016

¿ TE ATREVES A CAMBIAR?.





¿Sabes quien eres?.
¿Sabes donde estas?. El hombre ha vivido desde que su memoria alcanza rodeado de obstáculos, limitaciones, sufrimiento, dudas y escasez, ha crecido y evolucionado sintiendo que el mundo y su mundo era ajeno a él, que no podía hacer nada por cambiar y que el cambio debe venir siempre desde fuera de él, pero la verdad deja mucho que desear de esto. Nada es ajeno al individuo, ninguna solución puede provenir del exterior del individuo, sino que debe empezar con él, y terminar con él.


Cada vida, cada hecho, circunstancia, acción y reacción tiene unas causas y unos efectos, por tanto según sintamos, vivamos, reaccionemos y actuemos así serán sus efectos y consecuencias. El hombre es la especie más evolucionada en la tierra..., él es por naturaleza  creador de su mundo, de su historia y de su vida... Por tanto no podemos adjudicar a otro la naturaleza de nuestros actos, vida y circunstancias.


Todos y cada uno de nosotros podemos generar un cambio en nuestra vida…, cambiando desde dentro, cambiando nuestra postura, nuestra forma de ver, percibir, sentir, vivir y participar en nuestra historia y vida. Nadie ni nada puede decidir por nosotros cómo queremos vivir y cómo queremos sentir. Nuestra vida nos pertenece..., nuestra vida es fruto de nuestras palabras, pensamientos, sentimientos, acciones y decisiones y reacciones... Pero la única manera, la única forma de cambiar es a través del trabajo interior, a través del conocimiento interior de quienes somos. No importa cuantas veces nos hemos equivocado, cuánto hemos sufrido, lo importante es que hacemos desde el momento que somos conscientes de que algo no funciona como debería en nuestra vida, y que estamos dispuestos a hacer para producir ese cambio en nosotros y en nuestro entorno.
                                                                    

La vida no es fácil, no podemos engañarnos diciendo que todo se arreglará sólo, que los demás van a cambiar y que nosotros no podemos hacer nada para que los otros cambien, culpamos al otro como responsable de nuestras dificultades y problemas.
Nadie es autor de nuestros problemas sólo nosotros y nuestra falta de responsabilidad para con nosotros mismos, para tomar las riendas de nuestra vida, para decidir sin miedos, sin complejos, sin menosprecio hacia lo que somos, sentimos y queremos...


En esta vida no puede haber miedo sea a lo que sea, si existe el miedo en algún rincón de nosotros, entonces no puede existir el amor y la luz. Este es un mundo dual, es el amor o el miedo y todas sus variantes.


El amor es la clave para todo..., el miedo es su opuesto para conseguir aquello que queremos.
Hay un amor, hay una forma de ser y de vivir que es incondicionada, que no depende de nada ni de nadie, más que de él mismo, este amor es desconocido..., porque el amor que hemos conocido aquí en esta tierra ha sido condicionado y manipulado. Pero el amor es mucho más de lo que hemos sabido entender aquí en esta tierra, Él es el verdadero desconocido, porque el amor no conoce de ciencia, no conoce de control, no conoce de manipulación, posesión, ni dominio. Existe un amor que es incondicionado..., que no conoce de rivalidades, de competencias, de poder o control.


Hay un amor que está más allá de cualquier conocimiento, de cualquier entendimiento, de cualquier intención y de cualquier voluntad porque él es la Luz que nunca se apaga..., es la confianza que no tiene fin..., es la belleza que no tiene límites..., es la conciencia que no conoce dolor…, porque para él no existe otra cosa que la seguridad, la paz y la estabilidad de la Luz que no tiene final ni principio...


Este amor no puede ser derivado..., no puede ser vencido..., no puede perderse..., ensuciarse o destruirse…, porque él es el Todo, la Nada, la Fuente, la Vida, que no es vida sino la Eternidad...


Para cambiar si es realmente lo que quieres, sólo puedes basarte en el amor incondicional por ti mismo..., por lo que eres más allá de la forma, más allá de un concepto, de una idea, de una percepción.


Aquel que quiere cambiar realmente..., no porque su vida no funciona como quisiera, no por intereses creados, sino porque nace desde su interior desde el amor a su vida, a su existencia y a la existencia misma, él puede conseguir cualquier meta, cualquier cambio... que se proponga porque va más allá de una apariencia, de un concepto y una falsa creencia sobre sí mismo...
El amor incondicional por uno mismo, te comunica con el amor incondicionado de los demás, es decir, aquel que es capaz de aceptarse a sí mismo tal cual es, es capaz de aceptar también a los demás más allá de cualquier hecho, más allá de cualquier circunstancia, dolor o aptitud. El amor está siempre más allá de todo y de nada..., es decir no depende de nada, no está sujeto a nada, él es lo incomprensible, lo desconocido, lo inimaginable, lo intangible, lo invisible, lo que alguna vez se perdió y que durante milenios hemos estado buscando, sin saber que estaba en nuestro interior encarcelado, limitado, perdido y olvidado.

El amor es el centro de la creación..., estaba antes de aquello que llamamos la creación, aquello que no podemos nombrar, aquello que se escapa de nuestras capacidades, de nuestro conocimiento racional. El amor es aquello donde nadie puede llegar desde una realidad inferior, restringida y privada de luz, es un lugar, un espacio que no es ninguno de estos dos, porque Es Todo lo que Es y lo que no Es...


El amor físico, el amor racional no es amor en toda su extensión, tiene que haber una chispa mágica, una chispa divina donde perdemos la noción de cualquier conciencia pequeña, donde descubrimos lo innombrable, lo incomparable, lo invisible, lo imposible de aquello que no tiene nombre, que no tiene fin porque tampoco tiene principio.


¿ Quieres cambiar?, ¿ Quieres realmente cambiar?, entonces atrévete..., atrévete a desear cambiar..., a desear ser diferente..., a trabajar contigo mismo..., a vivir más allá de lo conocido..., más allá de lo visible... y más allá de cualquier conocimiento aprendido...


Aquel que decidió cambiar para su mayor bien, también lo hace para el mayor bien de todos..., porque eso es el amor incondicional el amor por uno mismo y a través de uno mismos el amor por los demás...

Nadie puede cambiar por nosotros, a nadie podemos invitar a cambiar, sólo a través del ejemplo y de nuestra comunión interior, podemos hacer un mundo más hermoso, más igualitario, más bellos para todos y para nosotros mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario