martes, 10 de mayo de 2016

DE CORAZÓN A CORAZÓN.



El corazón no es sólo el músculo principal del aparato circulatorio, es además una CPU de información... Según el neuropsicólogo Paul Pearsall asegura que el corazón es 5000 veces más poderoso que el cerebro.


El corazón cumple muchas funciones en el cuerpo humano, no sólo es el motor que mueve toda la sangre , sino que además en él existen memorias, se ha probado que algunas personas trasplantadas de corazón han tenido comportamientos distintos después del trasplante y que algunos científicos asocian con comportamientos y actitudes de la persona trasplantada.


Sin corazón no hay vida y gran parte de esta vida está inscrita y guardada en el corazón de corazón, que además está íntimamente relacionada con el cerebro. El corazón manda impulsos eléctricos al cerebro, el cual actúa de acorde a estas frecuencias.
En el corazón está registrada la base de lo que somos más allá de la forma..., pero nos olvidamos de él, creímos que sólo era un músculo que bombeaba la sangre, dejamos de sentir, de hablarle, de comunicarnos con él, lo hemos ignorado, dejamos de escuchar su voz, su aliento, su latido, su conocimiento y sabiduría. Regalamos todo el poder a la mente, para que ella a través de los pensamientos, creencias, ideas y conceptos nos dominará..., así  la mente se hizo dueña y señora de nuestras vidas, nos despojo de la autonomía de sentir y vivir siendo coherente con nuestro sentir más verdadero y real.
Nos olvidamos de sentir con el corazón, nos olvidamos de preguntarle cómo se sentía, que quería, que necesitaba, nos olvidamos de que estabamos vivo y vivíamos gracias a él, nos olvidamos de su sabiduría, de su paz…, de su conocimiento sobre quienes somos, como somos y qué queremos desde la humildad, la sencillez y la verdad… de nuestro corazón, nos olvidamos de su verdad y de su herencia ancestral.
                                                                                                    

Cuando aprendemos a trabajar con él y al unísono con la mente, aprendemos de la vida a cada instante, aprendemos desde la sencillez..., desde la simplicidad de la verdad de Ser…, entonces, aprendemos que no hay más razón que Ser, que Sentir y Vivir, que sólo estamos aquí para aprender desde la experiencia…, y para volver a nuestro verdadero Hogar, que no hay dolor si eres íntegro, que el sufrimiento es consecuencia del olvido y de la ignorancia de sentir quienes somos, que somos  y para qué estamos aquí.


El corazón no entiende de reglas, de formatos, de mentiras,  el corazón no sabe de reglas, no entiende de sociedad, de dualidad, ni de extremos, el late siempre mientras estamos en esta vida.


En el corazón está el centro, el centro de todo, de  toda cosa, objeto y ser vivo, todo tiene un corazón, es decir, un centro corazón, desde donde todo se creo y originó. El corazón es la raíz, la sabia y el centro...


Si le devolvemos su autonomía, su libertad, su realidad y aprendemos a vivir desde la integridad del conocimiento más profundo, más sincero, inocente y humildes de nuestro corazón, desde nuestro Ser…, encontraríamos y recobraríamos la voluntad, la fe, la confianza y la paciencia de reencontrarnos…. con nosotros mismos, más allá de conceptos y reglas basados en ser clones, en ser marionetas de una sociedad y un colectivo que sólo busca la seguridad y el control de robots y autómatas sometidos por miedo, deficiencia y falta de ética primero para con uno mismo.


El corazón debe ser libre, inocente, sencillo y simple, no hace falta complicar la vida, no hace falta buscar los tres pies al gato. Él no entiende de intereses, conveniencias, política, reglas, él siempre es veraz para con él mismo.
Cada vez que le damos el poder a la mente, al cerebro, cada vez que hacemos caso omiso de lo que nos dice  nuestro sentir más profundo de Ser, desde el centro del centro de nuestro corazón, nos estamos negando a lo que Somos, a la Vida...y más allá de la vida que elegimos, que aceptamos y que decidimos hace muchísimo tiempo.
Para Vivir realmente es necesario aprender a identificarnos con nuestro corazón de corazón, es necesario ir más allá de lo que nos dice nuestra propia mente, que nos puede pasar si hacemos o no hacemos tal o cual cosa. La mente proyecta hologramas, proyecta una matriz imaginaria basada en concepto, ideas, reglas y formas aprendidas y adquiridas. La mente por sí sóla no es capaz de sentir, para sentir necesitamos un corazón, la mente es muy creativa pero es incapaz de sentir, la mente debe de ser dirigida por un corazón libre de prejuicios y reglas.


No se puede creer y Ser…, no se puede amar y odiar, no se puede sentir y dudar, no se puede sufrir y ser feliz, esto es dualidad, la dualidad necesita de los extremos, necesita de la oposición, la lucha, la guerra y  el control.

El amor está en el corazón del corazón..., el amor no está en el cerebro, no está en la mente. No se puede amar con la cabeza, no se debe vivir sólo desde la cabeza, hay que tener los pies en la tierra, pero hay que vivir desde el Ser… y no en el hacer, hay que aprender a vivir desde el corazón y no desde la mente.
El corazón tiene las claves de la felicidad…, la felicidad se siente desde el corazón y no desde la mente. En el corazón está la llave que unifica, vivifica, sacia y colma la existencia, él es la puerta a un mundo desconocido lleno de voluntad, de entrega, servicio, luz y amor.
El corazón es el agua que sacia, es el alimento que llena, es la luz que te colma, porque a través de él alcanzamos el amor, la independencia y la voluntad.
¿ Donde vas a encontrar otro elemento que te pueda servir más y mejor?
¿ De donde crees que tu nacistes?, sino del corazón de la Fuente, del corazón de la Creación y del corazón de ser lo que tu realmente eres…, más allá de cualquier apariencia y de cualquier ilusión…


El corazón no conoce de rivalidad, de avaricia, celos, vanidad ni orgullo, él es la humildad personificada..., la sencillez manifiesta… y la claridad de la luz…

Seamos desde el corazón, sintamos desde el corazón y vivamos desde el corazón. Seamos todo corazón y sólo corazón, donde no hay nada más que amor, luz paz, conocimiento y la alegría de aquel que está más allá de la lógica, de la razón y de creencias, ideas, conceptos y reglas arcaicas y caducas creadas para el control, el miedo y la falta de confianza e integridad de lo que Somos...

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