Nos han educado a través del deber y de la obligación..., hemos aprendido todo desde la necesidad y la negación..., nos dijeron quienes debíamos ser y como ser..., nos creímos llenos de responsabilidades, obligaciones y cargas externas, asumimos todo concepto, pensamiento e identidad creada e impuesta por otros...
Desde niños nos educaron a no llorar, a pensar que el llanto de un niño era malo, evitamos que nuestros hijos llorarán..., intentamos controlar sus lágrimas a cambio de gratificaciones y subterfugios…
Los niños han crecido desconociendo la Verdad..., le dijimos lo que era bueno y lo que era malo, les enseñamos a actuar delante de la gente, la sociedad y su entorno…, les dijimos que debían ser buenos estudiantes, estar en la media y que debían hacer las cosas que hacen la mayoría para labrarse un porvenir y un futuro exitoso...
Inculcamos a nuestros hijos la creencia de que la felicidad estaba en el exterior..., en seguir las reglas, en lograr bienestar económica, profesional, familiar, profesional...
Nos olvidamos de enseñarles lo que es el Amor…, la Paz, la coherencia, el equilibrio y la Verdad…, hicimos de ellos personas inestables emocionalmente e inseguras cuando las cosas no salían como se esperaban...
Hemos crecido sin conocer la Verdad y lo que en verdad queríamos ser y hacer..., vivimos sin ser conscientes de donde estábamos y a dónde queremos llegar…, ignoramos el conocimiento y la sabiduría que existe en cada niño y hombre..., olvidamos educar a nuestros hijos con el conocimiento de que no debe existir el miedo en la vida..., y que la estabilidad sólo puede ser producto de nuestra confianza y amor a nosotros mismos..., a nuestra verdad, nuestra coherencia e integridad...
Educamos a nuestros hijos inculcándoles aquello que nosotros queríamos que fueran, sin importar cuál eran sus gustos, sus habilidades y sus necesidades..., no confiamos en ellos..., no le permitimos expresar sus herramientas y su sabiduría...
El llanto no tiene porqué ser negativo..., llorar puede ser una forma de liberar emociones estancadas, una forma de salir de la dualidad, del conformismo y la inseguridad..., una manera de reconocernos lideres y creadores de nuestra realidad...
El amor, el verdadero Amor no conoce de deber..., de obligación y responsabilidad…, sino de alegría, placer y equilibrio…
Amar jamás debe ser un deber..., una obligación, aunque a veces el amor pueda doler..., el Amor Es la Pureza de corazón, de sentimientos, emociones y pensamientos…
El amor no puede ser sentido y vivido desde la obligación, el control o el poder sobre otros…, muchas veces el amor se confunde con posesión, poder, dependencia y control…, pero el Amor Es la libertad absoluta... de toda condición, miedo, duda, temor y sufrimiento…
El amor no puede ser vivido desde la desconfianza, el desorden, la apatía o la tristeza, porque el amor es ese fuego devorador que consume todo a su alrededor…, sin siquiera dejar cenizas, porque ese Fuego está más allá de la vida..., es más allá de las apariencias y la identidad...
El Amor Es ese espacio Vacío... donde encuentras el Fuego de la Vida… y de la Pasión, Es ese espacio Vacío... y a la vez saciado, colmado y repleto de éxtasis, color y felicidad…
El amor no es dependencia, apego, desorden, duda, arrogancia, ni vanidad, Es todo lo contrario, el amor Es independencia, seguridad, humildad y felicidad…
El Amor Es todo aquello que somos, que siempre fuimos y seremos..., pero, para ello es indispensable olvidar el concepto tridimensional del amor fugaz, efímero e interesado en formas y placeres perecederos…
El Amor es la Libertad de aquel que se liberó…, de lo que una vez creyó era el amor y que solo fue un pasatiempo temporal…, el amor no es distracción, sino la profunda atención de todo lo que eres y siempre has sido...
El amor no conoce de fronteras, tiempo, ni espacio, porque él está más allá de cualquier noción, idea o pensamiento..., para ello, es indispensable volver a nacer... con los ojos del niño inocente e indefenso que no sabe, que no conoce y que no es capaz de distinguir entre bueno y malo, que no sabe de diferencias entre padres, hermanos o amigos..., es crecer desde ese espacio donde el amor se vive desde dentro y que abarca a todo en su entorno, que no hay diferencias entre unos y otros, el siente el mismo amor por todos allí donde tu Eres más allá de todo tiempo y espacio.
Cuando olvidas el deber..., cuando te deshiciste de la necesidad de gustar, agradar y caer bien..., entonces, descubres que el amor es incapaz de hacer distinciones, separaciones y diferencias…
Cuando dejas de estar limitado por la idea de convencer, tener razón o controlar, averiguas que el Amor es libre de todo control, posesión, apego, distancia y espacio..., entonces, eres capaz de identificarte con el que sufre, pero también con el que ríe, porque tu eres ambos, no hay ninguna diferencia...
Amar está ausente de cualquier noción... que no sea el mismo amor, la paz y la abundancia..., el amor es indiferente a toda división, esclavitud y dependencia..., el amor no conoce deber..., porque él Es solo la pureza y la libertad sin barreras, tiempo, ni espacio...
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