domingo, 25 de junio de 2017

EL REENCUENTRO CON MI PRESENCIA.



En estos tiempos es imprescindible el silencio…, es el momento del Reencuentro con nuestro corazón de Fuego…, con aquel donde se disuelve lo falso, lo ilusorio, la mentira y las ilusiones, es el momento del Reencuentro con la Verdad desnuda…, es el momento de la verdad sin disfraces, el momento de Reencontrar la disposición de no temer, huir, evadir y  ocultar lo que debe ser visto y reconocido...


Es el momento de la Última danza de lo efímero..., para reconocer lo que se escapa de la visión y los sentidos..., es el momento del acercamiento a la hoguera de todo aquello que no tiene futuro, ni destino…, en una realidad basada en las apariencias,  ilusiones, egoísmo y vanidad.
Es el momento de buscar la serenidad… más allá de toda circunstancia y hecho, es la hora de Reencontrar la Unidad y el Equilibrio..., ha llegado la hora de vivir  la Paz Interior..., sin importar que aparece en el exterior…

Es el momento del Reconocimiento de la Unidad Interior…, sin importar si hay división en nuestro alrededor y en el exterior.
El llanto, la risa, el caos y el orden, deben dar paso a la Única Verdad..., la Unidad y la Paz de lo que Somos…, sin la dependencia del ego, las apariencias o la personalidad…

Es hora de Crear sin límites…, es hora de conocer lo Desconocido…, es la hora de Desterrar el miedo, la confusión, la densidad, la pérdida y la separación…

Ha llegado la hora de la Verdad…, es la hora de cumplir lo que debe ser cumplido..., es la Resurrección de lo Olvidado, lo Ignorado y lo Desconocido…

Es la celebración y la confirmación del Reencuentro con la Presencia... que Somos, más allá de la individualización y la separación…

Es el Descubrimiento de la tierra prometida... en nuestro interior..., es el momento de la identificación con la Única Verdad... sin pantalla, sin programación o coloración...

Mi Presencia Es... la Verdad que no conoce la dualidad, el conflicto, la tristeza, ni la división...
Mi Presencia no necesita ser vestida de apariencia, ego o forma...

Hoy me reencuentro por fin, con aquello que siempre estuvo, pero que no oía, no sentía y  no recordaba que estaba, porque lo olvide y lo ignoré.

Mi Presencia... hoy se muestra, renace y reconoce  la Luz..., hoy además mi Presencia brilla e ilumina sin distinción, ni división...

Yo Soy la que Yo Soy…, y desde aquí nada ni nadie puede apocar, tapar o impedir su expresión..., desde aquí ningún poder tiene control sobre mi…, desde aquí renace mi Libertad de las formas y la materia..., desde aquí ningún color puede teñir la Verdad, la Libertad y el Amor..., desde aquí nada puede perturbar mi Independencia, mi Autonomía y la Creación de la materialización del Amor, la Paz y la Abundancia…

Mi vida deja de ser producto... del desorden, la confusión, la distracción y la separación y la división…

El hombre no debe ser un jinete desbocado..., no debe seguir buscando a locas y sin ser consciente de su vida..., no debemos  seguir distorsionando nuestra realidad en función de conveniencias, intereses, programaciones y proyecciones, es indispensable  soltar todo aquello que una vez fue y nos dejó heridas grabadas con fuego..., es necesario dejar de revivir el pasado, el sufrimiento, la tristeza, el conflicto, el desorden, la desigualdad, la privación y la mentira... y que nos llevó a la muerte de nuestra libertad y a la desintegración del ser...

Mi Presencia es todo aquello que me han dicho que no soy, mi Presencia es el Desconocido sin nombre, ni apellido, mi Presencia no es ninguna proyección de nada, ni de nadie, mi Presencia no es ninguna puerta, candado, cerradura, mi Presencia es el mundo que no es mundo..., la vida que no es vida..., el espacio que no ocupa espacio..., es el final y el principio de Nada y de Todo..., mi Presencia no está identificada, reconocida, valorada o calificada..., mi Presencia es aquello que nadie puede tocar, medir, calificar, explicar, comprender o entender, porque mi Presencia no es la libertad sino la Consciencia Infinita e innombrable…, ella no puede ser libre porque no conoce encierro..., mi Presencia no conoce distancia, espacio, lugar, tiempo, desorden, ni revolución..., Ella es siempre Infinita, Inmaculada y Perfecta..., Ella no es capaz de distinguir entre uno y otro, porque ella es Todo y Nada...

Aquel que se reencuentra con su Presencia…, Aquel que Reconoce Que Es... el Yo Soy el Que Yo Soy…, Despertó… y Resucitó de entre los muertos, para estar entre los Vivos…, allí donde no se conoce ni principio, ni fin..., ni vida, ni muerte, sino Existencia Eterna...

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