La vida está hecha para lidiar con los obstáculos, circunstancias y hechos que ponen a prueba nuestra resiliencia y nuestro valor..., el hombre se deja arrastrar por cada acción que resulta contraria a sus pensamientos, ideas, deseos o necesidades, llevando-le a un lugar ajeno a su libertad…
La vida del hombre no es un lugar de recreo o reposo…, sino un lugar de movimiento, cambio y continuo aprendizaje…
El ser humano vive al margen de su verdad..., vive temiendo y creyendo que esta vida es un lugar de sufrimiento, de dolor, pero todo esto solo es producto de sus propias creencias, acciones/reacciones y elecciones..., el ser humano vive queriendo manipular y controlar su entorno y su vida, además, no es capaz de asumir cada reto desde la seguridad de Quien Es…, desde el optimismo de que todo cuanto sucede es para su Despertar…, para el Reconocimiento de sus propias barreras y límites..., el hombre le da todo su poder y atención a aquello que cree que no le conviene y que cree que no se ajusta a sus deseos e ideas. ¿ Y si quizás, esto fuera la única manera de encontrar dónde debe prestar atención, donde debe cambiar y dónde debe crecer y evolucionar?…
Luchamos, peleamos y combatimos las circunstancias, el entorno y nuestra vida..., pero desde esta postura, la vida se muestra y presenta como un conflicto continuo, donde nuestras elecciones se convierten en momentos de desasosiego y descontrol..., desencadenando un sin fin de emociones negativas..., donde el equilibrio, el centro y la paz parecen alejarse…, y donde nos sentimos vulnerables y desconectados de la realidad cotidiana.
En verdad, la vida no es un lugar para acomodarnos y relajarnos del mundo de las formas..., sino que es un lugar para recrearnos, centrarnos y equilibrarnos desde dentro..., desde ese lugar donde somos capaces de oír nuestra voz interior... y donde el exterior solo es consecuencia de nuestras propias elecciones y de cómo las sentimos y vivimos...
La debilidad, la falta de confianza, la herencia, las creencias, la educación y la sociedad nos arrastran al océano del miedo, la duda, la pérdida, el pesimismo y el drama, mientras sigamos queriendo controlar, dominar y abusar del exterior, seguiremos acumulando desorden, caos, conflictos, diferencias y falta de entendimiento con los demás y nuestro entorno, pero por sobre todo con nosotros mismos...
Ninguna idea, pretensión, proyección, ni creencia pueden ofrecernos la confianza y la seguridad exterior, pero tampoco la interior, solo nuestra comunicación interna..., solo nuestra Libertad... libre de deseos, intereses y necesidades puede liberarnos del caos del egoísmo y de la esclavitud de la materia...
La vida mortal es un libro abierto..., es un camino lleno de piedras que sortear, pero la única manera de no desviarte del Único camino verdadero..., Es alcanzar la Total Integración con tu Ser, con tu Esencia y con aquello que eres cuando te olvidas de la persona que crees ser, cuando te deshaces de toda percepción que te identifica de una manera determinada con algo.
Tu no eres el objeto, tampoco el sujeto, pero tampoco el observador, tú Eres el Testigo… de todo cuanto te rodea y crees sentir...
El Testigo no posee identidad..., no es el sujeto, ni el objeto..., Es la Conciencia que está allí y en cualquier lugar…, siendo consciente de Todo..., pero sin intervenir…, porque es Libre de acción/reacción, Es libre de condiciones, circunstancias y pensamientos, Ella es Pura Libertad material, es invisible e intangible, pero es Pura Conciencia, Conocimiento y Libertad Total…
El Testigo no juega, pero deja jugar…, el Testigo no condiciona pero conoce las condiciones..., el Testigo no se identifica con Nada, pero es Todo... El Testigo no juzga, pero deja que cada quien juegue su papel y su función…, el Testigo no califica, no valora pero sabe del Valor de Todo cuanto existe...
El Testigo no está dividido, segmentado, ni separado…, Él no conoce de conceptos, reglas, ni obstáculos..., Él solo Es…
Cuando el hombre se identifica con un problema significa que está dividido…, que no conoce la Unidad, ni la Verdad, ni el Testigo…
La debilidad, la falta de valor, el miedo, la duda, el conflicto, la escasez son tus propios obstáculos..., es la división que vive tu cuerpo, tu mente, tu alma y tu espíritu..., estos son tus obstáculos y no los que crees ver en el exterior, cada obstáculo en tu vida, solo te muestra la división que vives en tu interior, solo es la ausencia de unidad y confianza en el Amor que Eres…
Cada vez que las cosas en tu vida no resultan como deseas, significa que tu interior está en desacuerdo o que no es lo que en Verdad tu Conciencia y Alma necesita... para alcanzar tu Equilibrio y tu Paz...
La debilidad es producto de tu inmadurez, del desconocimiento o la ignorancia de tu corazón, de la falta de confianza en ti mismo y del olvido de Quien Eres sin dependencia, apego, ni control..., entonces, el obstáculo se convierte en el aliado para tu debilidad y tu dependencia a lo conocido…
La debilidad sólo puede acarrear más dolor y más sufrimiento y traerá más de lo mismo... el ser humano debe ser responsable de sus aciertos y de sus errores, como de cada hecho o circunstancia, una vez que eres capaz de asumir tu vida, sin ningún condicionamiento, acción/reacción, entonces, tu Conocimiento y Voluntad no pueden sufrir alteración…, ni te puedes desvincular del Testigo que Eres...
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