lunes, 18 de abril de 2016

QUIENES SOMOS.




¿ Para qué justificarnos?
¿ Para qué tener razón?
¿ Quien es bueno y quien no?. Aquel que se justifica o quiere justificar algo o alguien, necesita sentirse amado y no culpable de algo…


Nadie tiene la razón, nadie es totalmente inocente o culpable. Todos somos responsables de nuestras palabras y acciones, pero no culpables, ni víctimas,ni vérdugos. Cada uno elegimos caminos diversos, algunos son más duros que otros, pero el ser humano eligió crecer a través de sus errores y experiencias.


¿ Quien no se ha equivocado?
¿ Quién no se ha sentido culpable alguna vez?
¿ Quién no ha creado su propia realidad y mundo a través del pensamiento, palabras y acciones?. Nadie es perfecto…, nadie es infalible, entonces,
¿ Cuál es la lectura, cuál es el aprendizaje?. La única verdad es… que cada vida tiene un valor…, una lección que aportar a la propia vida de uno mismo…, y después a la vida de los demás… A veces hay lecciones que no entendemos, o que pretendemos justificar. Pero nada se puede justificar porque entonces, estamos juzgando.


El ser humano debe unirse y vivir en paz, dentro de las diferencias…, entonces, no habrá guerras, ni luchas por poder o control.


La ley de la Vida es el Amor…, si todos nos amaramos unos a otros dentro de las diferencias no habria desorden, ni caos, todos tendríamos de todo, sin discriminación y las diferencias sólo serían el fruto de la diversidad de la vida en Unidad, Armonía y Paz…
La razón es producto... de la mente lineal, de la mente dual, basada en los opuestos. Los opuestos crean separación, dolor, sufrimiento, porque se basa en el control y en el poder de unos sobre otros, marcando las diferencias como motivo de discriminación, marginación y abuso. La razón crea un sentimiento de culpabilidad, de creerse inferior, de justificación y de incomprensión. El tener razón no es producto del Amor, ni del equilibrio, por ella hemos sido arrastrados a conflictos tanto internos como externos, en nombre de la razón se ha matado, violado, forzado, marginado y hasta encerrados. Por ello el ser humano debe ver que la razón no debe ser producto de un sentimiento de apropiación de la verdad, sino como una forma de equilibrio interior donde la razón es para con nosotros..., es decir, comprender que cada uno es producto de convicciones internas que trasladamos al exterior, pero que no podemos buscar ninguna justificación externa para sentirse empoderados por nuestra verdad..., sino que mi razón y verdad es entender Que Soy y Quien Soy, sin importar las consecuencias externas.



Nada es bueno o malo..., sólo el uso y la intención que ponemos en las cosas es y debe ser... la intención de nuestras vidas, porque cuando hablamos, pensamos y actuamos desde nuestra más íntima integridad, humildad y amor, todo lo demás no debe hacernos dudar, temer o crear ningún tipo de conflicto en nosotros... Sólo cuando buscamos justificación, reconocimiento o algún beneficio exterior, buscamos tener razón, en vez de mantenernos firmes, equilibrados, satisfechos y amorosos con nosotros mismos.
Tener la razón nos complica la existencia, nos distrae de nuestra Verdad... y nos hace dudar de nosotros mismos, creando el conflicto interior de creerte bueno o no. Tener razón es una creación humana que nos arrastra y mantiene en la dualidad y el control, por ello debemos ser conscientes de que somos humanos empoderados y que ningún juego de nuestra mente, de la sociedad y de otro puede llevarnos allí donde los demás quieren que estemos, o donde nuestra mente quiere apropiarse de nuestra vida, haciéndonos creer insuficientes, inferiores o menos qué…, si no tenemos la razón.

No hay más razón que nuestra Verdad…, ni más libertad que el conocimiento de sabernos auténticos, libres y conscientes de nuestra propia Verdad y no la de otro, más allá de cualquier razón o fuera de ella...

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